El pueblo de Moyuela está articulado por un barranco, que en la actualidad lo ocupa una de las calles principales de este municipio, en la que se encuentra el lavadero, instalación que todavía permanece en activo y que combina su funcionalidad y ubicación estratégica para exponer un conjunto de paneles explicativos de la vida e historia de este bello pueblo.
En una de las laderas del cabezo Toril, que se encuentra junto al casco urbano, se excavaron cuevas décadas atrás, que servirían de viviendas para algunos de los vecinos de Moyuela. Algunas de estas cuevas permanecen habitadas en la actualidad y gozan de las mismas comodidades que las viviendas convencionales; otras han sido restauradas y se exhiben a los visitantes bajo varias temáticas.
Moyuela es el pueblo por excelencia de la Comarca Campo de Belchite en el que destacan los edificios religiosos. La que parece fue la primera iglesia de la localidad está datada en los siglos XII y XIII, se trata de la ermita de Santa María de Allende, un pequeño edificio de gran encanto. La ermita de San Jorge, construida en el siglo XVII, se encuentra fuera del casco urbano y se asienta sobre los restos de un antiguo castillo. La ermita de Ntra. Sra. de la Piedad tiene origen mudéjar, como así lo muestra su torre con bella decoración al respecto. Su planta fue ampliada gracias a la intervención que el Arzobispo de Zaragoza, Apaolaza (1567-1643), natural de Moyuela, dedicó a la misma. La ermita de San Clemente es la más imponente de todos ellos. Se trata de un edificio barroco de grandes proporciones y volúmenes en el exterior que corroboran la importancia y bonanza de Moyuela a finales del siglo XVIII.
Preside el municipio, en lo alto de un cerro, la escultura de un ingente gallo, denominada “El Gallico” y dedicada a los célebres deportistas que dio este pueblo.